Numb

Siete minutos despues... solo la ira calma la sed; en la ventana el vidrio roto, en el alma sus pedazos, sangrantes, incrustados... clavando la sombra de un fantasma que pasa por ella.
Mi ventana... el poste y su rojiza luz testigo... esta pantalla y este lecho, ausente, inerte... que se esconde de ti... de estas sábanas que aun no conocen tu piel... tu ser y escencia. Tu poder y escencia.

Por siempre viva, por siempre muerta... gotas de sudor frío en mi frente, la copa vacía, la pantalla cantando esa canción... como antes en mis brazos, tu cuerpo, por instantes mi sueño, protegido por tus dedos, tus caricias en mi rostro... Cómo quisiera cerrar mis ojos ahora y volver a sentirlos, acariciar... tocar... llamar.
El frio se cuela, da notas blancas... la noche es jóven y el cambio de hora adormece... la copa se llena otra vez...

Y te extraño, y te llamo con extraños signos... con nubes que pasan por tu sueño... como quisiera tenerte ahora!... la rueda aun no da la vuelta y es temprano en el reloj del tiempo... acaso nunca notaste su lento andar? como penoso ser cansado? La madera vieja siempre te marca y la recuerdas...
No elijo desaparecer, prefiero ser una astilla... una cicatriz imperceptible a los demás, solo su portadora puede verme... y sentirme...
No elijo desaparecer... me gusta mirar en la oscuridad... siempre vienes a mi cuando está todo oscuro!