Can I call you on the telephone, now and then?

-solo una llamada y ya...
-Qué haras?
-Está hecho, mañana por la manaña todo se sabrá...
-Estas segura de lo que hiciste?
-Jajaja....

Despues de aquella risa se ácomodó sobre la almohada y cerro sus ojos.
Lo que vino al despertar no solo parecía una pesadilla siniestra de esas que se forman cuando la fiebre ataca la razón, si no que aterraba mas por el hecho de saber que era real; al tomar el telefono e intentar llamar me di cuenta que no habia vuelta atrás, el caos se habia desparramado con tan inteligencia que sería casi imposible no caer en las circuntancias...

...cargaba mi arma, pero quedaba poca munición; lo teníamos sujeto, prisionero, ella el niño y yo, pero no podríamos por mucho. Tenía que matarlo, no habia mas remedio, si lo dejaba con vida hablaría y estaría perdido. No tenía otra salida; era el o yo, y yo no quería perder. Cargué la penultima bala, pero no se disparó, vi con terror que mi Colt estaba suelta, el percutor estaba suelto y no golpeaba la bala... vi como al apretar el gatillo solo chasqueó y no pasó nada mas. Con mas nervios de los que debia tener le pregunto a ella si quedaban mas municiones y solo me mostró la caja vacía... solo quedaba un intento. Volví a cargar la misma bala intacta y de nuevo lo mismo.... en eso veo que se logra soltar e intenta golpearme, el niño lo toma de la cabeza y yo de los pies, logro sostenerlo mientras intento el disparo nuevamente, pero fallo y la bala me golpea un dedo, siento el dolor ardiente y penetrante, pero no le hago caso; él se escapa. Y corro trás él, mientras carga la ultima bala en mi defectuosa arma, pero al disparar alguien aparece y le doy en el pecho... veo como esa persoa me mira con sorpresa y luego tristeza, veo su sangre que lentamente empieza a manchar y crecer en su pecho... finalmente cae al suelo, intento salvarlo.. pero es tarde, es tarde para mi. Herí a quien no debía y ahora no quedaba nada. La perdición era absoluta...


...el sol estaba brillando y sentía su voz en el telefono, me sonreía y quedabamos en vernos, esa tarde a la salida... pero el sonido del ropero me despertó. Acaso no puedo tener un sueño dentro de una pesadilla? Y luego veo el caos que aun no terminaba, la ropa desordenada y manchada. Me tomé el brazo y lo golpié; no sentí dolor...