jueves, 14 de febrero de 2008

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Despierto; la brisa fria recorre mi ventana cerrada, intento abrir mis ojos y ver el recuento de daños; no hubieron esta vez, salvo mi espiritu contaminado y absorto. El día, como siempre, se muestra perfecto, luminoso, limpio y claro, no asi mis palabras que se desmontan sobre esta pantalla ridícula.
Perdí la escencia, la sombra y su borde de luz, las ganas y la fé. Estoy abatido en indiferencias, si partiera hoy nadie lo sabría y bueno, debería importarme eso? Acaso aun sigo viviendo para los demás?

La brisa fria se detiene, se materializa, se manifiesta con imagenes... mi locura ha despertado tambien; la veo hablar, le sonrío, la copa está vacía, no puedo hacer el ademán de siempre, pero ella lo entiende y me sonríe tambien. Me habla y la luz comienza a desaparecer, nunca es demasiado temprano para hacer ese viaje... y comienzo de nuevo a entrar a ese lugar. Está intacto, ni una huella ajena lo cruzó en mi ausencia, esta todo intacto, las piedras metálicas, el color del suelo y las rocas lejanas, el agua cristalina. Todo igual y todo en su sitio... porque nunca puedo quedarme? porqué debo regresar a donde no me gusta estar? con seres que no soporto estar?

No cuestionar, no pensar... que mas se puede hacer con la fiebre y las ganas de tiralo todo? romperlo, destruir el dolor y el asco? la fuente y la sabiduria estupida que creo?... Volver atrás, cuando la voces eran suaves y cálidas, y yo trepaba arboles y miraba desde alto y dormía, con sonidos de naturaleza y aves, y las voces cantaban y mis sueños eran tranquilos... cuando no había peso sobre mi, cuando no estaba hundiendome entre la tierra por mis hombros cansados ya de esta carga, carga que nada ni nadie me ayuda a cargar... gran diferecia no? al menos a ti te ayudaron...

Sentado, contemplando la calma de este lugar desaparezco y vuelvo a mi escritorio con un cigarrillo a medio quemar, la ventana reflejando el sol y los amantes tempranos... huyendo de la realidad. Es temprano si, abrir los ojos a esta hora te revela cosas diferentes.
Y lleno la taza, y caliento el pan... un nuevo día se me viene encima...



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