miércoles, 13 de febrero de 2008

Dream

La copa está seca, enciende un cigarrillo y su luz cega un instante la vision de enfrente. Las letras escritas en relieve y su aroma estancado en modestas lineas. Recordaba cada paso y cada huella, cada instante nefasto de remordimiento absoluto, aplastado con vertices estancados en nubes de polvo; no era el sol ni la luz del telefono apagado... era esa voz, esa voz... Una y otra vez golpeando la conciencia, hablando de cosas, como sueño esquizofrenico de aquel que aun se cree cuerdo. Ya no lo estaba, la voces nunca existieron, nunca hubo un maestro, nunca hubo un ángel y un demonio al lado intercediendo por él; nunca hubo nada.
Sueños de un loco que jamás tuvo su espacio, que gastaba bromas de aprecio contra sus semejantes, ocultando el odio, su repugnancia hacia sus iguales. El ego a veces mata la prudencia... estaba solo, en su resguardo asumido, detestando las horas que faltaban, los dias, las lunas llenas y los atardeceres de soles. El tiempo pasa lento en el corazón frío de la roca inerte.
Esperar, que el reloj estupido de la conciencia apague su ultimo sonar, su ultimo pulso, su ultima calavera azotada en el suelo, como las imagenes que le gustaba retratar... el esqueleto, el cráneo de lo que alguna vez tuvo vida... como el, como sus restos aun vivientes.

Separar la carne, mirar el vacío del acantilado y no esperar...a veces su demonio imaginario le asustaba y lo hacía retrodecer... los demonios necesitan a los vivos para torturar, luego de eso todo acaba, son problema de otro y otro su plano. Sus demonios hablaban otra vez, la locura de escucharlos lo hacia retroceder una vez mas... y entró de nuevo, con el corazón apagando latidos.

Aportar vida, equilibrio; sin él el mal estaría fallando. Cada demonio necesita un instrumento, y el ya no deseaba serlo. Las horas se fueron como el dia y la semana anterior, ya todo era igual. Los dioses ya no hablaban en el agua de la fuente, ya nadie hablaba, su locura se lo impedía. Sueños esquizofrenicos al despertar, al atardecer o despues de comer... ya la mente ida solo veia las mismas cosas, como un sin parar de cosas que daban una y mil vueltas alojandose en la cabeza enferma y febril de quien ya no ve una salida y que para los demas es un pobre caso. Que importaba ya, lo mejor era irse, dejar de dar lastimas ajenas, desaparecer como juguete olvidado en el sótano; se sabe que ahí está, pero no se puede ver ni tocar. Dejar sentidos absorvidos y sellados en la almohada, dejar estática imagen de la adorada aun cautiva, pero nunca poseída, guardar su escencia en la memoria frágil y luego pensar y aflojar los hilos, caer en la bandeja quemante, dejar que el agua queme y el hierro se funda... Nunca fue hecho para pertenecer, ni adorar ni poseer. La carne hierve su sangre ahora, sus huesos desprenden ligamentos y ataduras. Nada es tan complejo, nada es tan fácil... lo que la atrae no la hará su dueño, nunca mas poseída imagen cautiva. Reparar el daño, reclamar el don...

Las pieles desmanteladas son abrigo ahora, sus carnes y sus huesos firmes no azotan y solo mantienen el peso de la noche sobre lo que eran tus hombros, debil hombre...
La copa está seca ahora, el cigarro se apaga.

No extrañes lo que nunca fue tuyo, no bebas nunca de aquella copa, que su veneno desata la locura que ahora llevas, y el hambre que ahora tienes...


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