sábado, 29 de noviembre de 2008

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"sabía demasiado..." Fue la ultima frase que escuché, luego la pólvora y el silencio detonador, luego... nada. Su cuerpo frío desplomado sobre el piso ya no tendrá mas esa energía, esa mágia electral de poner los cabos sueltos en su lugar... pero su gato permanece junto a él, aun consumiendo su ultimo átomo de calor humano. Y lo mira, y trata de ver, pero la vida se llevo consigo todas las respuestas, ya no estará aqui, ya no estará.

Consumido cuerpo entre nieves y polvo, vuelve a su orígen bíblico pero su energía ha escapado a otro plano y en ese plano observo, como el mapa se tiende sobre la mesa... esa misma de la que creías que caerías, sobre animales gigantes... Pero siempre hay un algo mas allá, un algo inmutable, un paraíso detestable, un paraíso de sombras vagas y de sobremesa. Es solo untar los pasos y caer en la ambigüa escencia de los seres... la estabilidad de ser quien eres. Pero nunca es suficiente, nunca es demasiado, nunca es bueno saber, nunca es bueno ignorar, es una bala perdida entre otras que no alcanzan a ser lo que eres, una pulga sobre el cristal... pero el sobre está abierto, y sobre él está el mundo y aquella mesa que obedecías al saber que lo conocías todo.
Pero siempre fue un error, siempre fue el miedo el que nunca dejó que vieras más allá... y que dejaras de ver.

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