Sobredosis

Y verte justo ahora, con tus ojos soñadores y presumidos, buscando horizontes maduros y lagos de cristal. Ahora, cuando el arca concede la calma y la dicha, la matiz de almidón, leve y cierta, como las letras de tu mano sobre mi piel, sobre mi mente dormida, sobre mi deseo consumado... y eras la leve agonía de no estar, de no sentir, ese primer paso, ese primer golpe... ese pedazo que ya no existe mas, ese regalo que me quisiste dar, con tus ojos soñadores, con tus pisadas de colegiala, con tu rumor y tu calma...

La tarde escarcha ahora, las sombras destacan el color rojizo, y la leve calma de un suspiro parece opacar, brotar, nadar, ceder... matar